El chaman

Nada mas volver a espana fui a ver al chaman. Me pregunto que habia pasado. Callado, asentia mientras le contaba como todo habia sido arrasado y como dos murieron. Estas peleando contra el caos, dejale que opere, deja que se lo lleve todo. Yo asentia mecanicamente sin entender demasiado. Ahora tumbate. Puso sus manos en mi cabeza eructando de vez en cuando; movio mis brazos como si el mismo hiciera ejercicios de calentamiento; resoplo mientras colocaba diversas piedras, papeles y telas sobre mi pecho. Finalmente me dijo que me levantara y nos sentamos de nuevo para poder charlar.
Esto es mas grave de lo que pensaba, tienes el subconsciente para freir un huevo. Pense en mis suenos, en los reales y los evaporados. Te voy a dar un tratamiento de choque. Aquello sonaba prometedor, por fin esperanza de ver mas alla de mi historia personal. Vas a tener que parar, cuanto antes, dejalo todo. Le dije que no podia dejar todo a medias. Tenia que terminar... de alguna manera. Aquello era yo. Date tiempo.
Saco varios tarros con liquidos y con ellos fue rellenando un pequeno botecito con cuentagotas. Escribio en un papel las dosis y me dijo que le llamara cuando pasaran dos semanas.